jueves, 7 de marzo de 2013

Capítulo 3. Evolución del saldo migratorio.




Capítulo 3. Evolución del saldo migratorio
3.1 Introducción
Para constatar la importancia y excepcionalidad de la perdida de población en la l’Alcora, entre los censos de los años 1.857 y 1.877, se ha realizado un estudio de la evolución migratoria desde 1800 a 1910.

Se muestra saldo migratorio total de los periodos entre censos, la falta de documentación impide poder llegar a un mayor detalle, y determinar la emigración e inmigración por separado, aunque la persistencia de los saldos negativos, hace pensar que la inmigración fue muy escasa y selectiva.
Para la población absoluta se han seguido los criterios desarrollados en el capítulo 2, y los datos de la evolución natural de la población se han obtenido de las series vitales de la parroquia de la Asunción recopiladas por Josep M. Breva Miguel y Jose Luis Gordo García Madrid [4]
3.2 Evolución de la emigración en l’Alcora.
En el cuadro 3.1 se muestra la evolución del saldo migratorio en l’Alcora desde 1.800 a 1.910, mostrando la media del periodo y la variación del año final de ciclo, se ha partido de la cifra estimada para 1801, la estimación de Madoz [10] para 1.842 y a partir de 1.857 de los censos oficiales del I.N.E [9]
En el cuadro 3.1, se observa que con la excepción del periodo 1.888 a 1.897 el saldo es negativo en todos los periodos.
Cuadro 3.1 Excedentes vegetativos y migración en l’Alcora 1800-1910
De 1.801 a 1.842, aunque el saldo migratorio es negativo, la población creció en términos absolutos, y lo hizo a pesar de las dos guerras sucedidas en el mismo, así como la epidemia de cólera de 1.833 y 1.835. El crecimiento es debió a la fuerte natalidad del periodo.
En cuanto a la emigración las noticias que se tienen sobre la posterior evolución personal de los emigrados, es que se trataba en su mayoría de ceramista cualificados, solicitados por algunas las fábricas que se estaban implantando en España, como es el caso de la fundada por Fernando VII en la Moncloa, la Cartuja en Sevilla, etc..
De las personas que se dedicaban al trasiego de la cerámica “recueros” (arrieros), emigraron una cantidad importante, hay constancia de su establecimiento en varias poblaciones.
Entre 1.843 y 1.857 empezó la tendencia de aumento de la  emigración que alcanzará su punto más alto en el periodo de 1.857 a 1.877, lo que corrobora, que las causas del fuerte crecimiento de la misma en dicho periodo ya existían, la falta de censos entre 1.843 y 1.857 impide estudiar su tendencia y evolución con más detalle.
En el periodo 1.857 a 1.877 la población de l’Alcora sufrió un descenso de 1.419 habitantes con un saldo migratorio de 2.490.
El descenso de población en l’Alcora coincidió con  periodo muy convulsivo en España, entre 1.876 y 1.886 se sucedieron seis formas de estado con la elaboración de tres constituciones, una guerra civil que tuvo fuerte incidencia en l’ Alcora, los movimientos cantorales, etc, la situación general agravó los problemas que sufría la población, pero sus causas singulares, ya se venían gestando desde periodos anteriores, pues como se verá en el análisis comparado de poblaciones vecinas, estas no se vieron tan afectadas en la evolución de su población como lo fue l’Alcora.
En el periodo 1.878 a 1.887 se frenó la tendencia pero siguió existiendo un saldo migratorio negativo. El crecimiento de la población, se debió sobre todo al retorno personas que emigraron por causa de la guerra, se produjo una recuperación de la agricultura, con la expansión de la vid, debido a una mayor demanda de vino y aguardiente propiciada por la  fuerte incidencia de filoxera en Francia.
Entre 1.888 a 1.897, pese a la fuerte incidencia de la epidemia de cólera de 1.885, el aumento de población que comenzó en el periodo anterior se consolidó, produciéndose incluso un saldo migratorio positivo.
En el periodo de 1.898 a 1.910 se invirtió la tendencia y aunque la población creció ligeramente no se consiguió absorber el saldo natural, produciéndose de nuevo un saldo migratorio negativo, la crisis económica de finales de siglo con una fuerte incidencia en la agricultura, la llegada de la filoxera arruino prácticamente la totalidad de los viñedos, estos fueron los motivos más destacables.
Ya en el siglo XX l’Alcora fue un pueblo de emigrantes, hasta la década de los años 50, a partir de esta década debido al desarrollo de la industria azulejera se empezaron a producir saldos migratorios positivos. El estudio de la evolución del siglo XX excede a los objetivos de este trabajo.
3.3 Comparación de la emigración de l’ Alcora, con Vila-real, Vinarós y Llucena.
La singularidad del caso de l’Alcora se puede comprobar comparándola con la evolución  de los saldos migratorios de algunas poblaciones de su entorno, se ha elegido Vila-real, Vinaroz y Llucena, por la existencia de trabajos sobre la evolución de la población en estos municipios.
En el caso de Vila-real, nos encontramos con un crecimiento constante de la población, que pasa de 9.228 habitantes en 1.857 a 15.354 en 1.910, sin embargo este no absorbió el crecimiento vegetativo de la misma, arrojando cifras de emigración positivas en todos los periodos, siendo importantes las de 1.887 a 1.900, esto confirma la incidencia de la crisis de final de siglo, ya mencionada en el caso de l’Alcora, sin embargo en el periodo de 1.855 a 1.877, que es el de la mayor emigración en l’Alcora esta es insignificante.
En el cuadro “Migraciones 2” se  observa la evolución de la población y el saldo migratorio de Vila-real [11] entre los años 1.857 a 1.910.
Cuadro 3.2 Excedentes vegetativos y migración en Vila-Real 1857-1910
Sobre Vinarós Miguel A. Baila Pallarés [3] en su libro “Dinámica y Estructura de la Población de Vinaròs (1.857-1.981) estudia con detalle la evolución de la población y las causas de la misma, este autor ha desglosado los movimientos de población por decenios, por lo que nos ofrece un marco temporal comparable, de un periodo al siguiente. Se  puede observar una población más o menos estable ente 1.851 y 1.900 con un fuerte descenso en la primera década del siglo XX.
Las cifras de emigración son importantes durante todo el periodo, y sus causas en los años 50 y 60 de siglo XIX, se debieron a la practica desaparición de los astilleros, y de la navegación de cabotaje, al entrar en funcionamiento el ferrocarril, estos dos hechos fueron mitigados por el auge de la viticultura a partir de 1.880, aunque no se llegó a absorber el crecimiento natural de la población, el gran retroceso de primeros del siglo XX se debió sobre todo a la crisis de la filoxera que arruinó al sector viticultor.
El caso de Vinarós guarda cierto paralelismo con el de l’Alcora, pues aunque los motivos fueron muy dispares, en los dos casos se debió a la ruina de actividades protoindustriales que no se adaptaron a las nuevas estructuras económicas y de producción.
En el cuadro 3.3. se muestra con detalle la evolución de la población de Vinarós entre 1.850 a 1.910.
Cuadro 3.3. Excedentes vegetativos y migración en Vinarós 1860-1910
En Llucena se produjo un fuerte crecimiento durante la primera mitad del siglo XIX, con saldos migratorios positivos.
 En los 20 años que transcurren entre le primer censo oficial de 1.857 y el segundo en 1.877 se produjo el mayor saldo migratorio negativo del siglo, que coincidió con l’Alcora, pero su incidencia es mucho menor pues mientras en l’Alcora el descenso de población fue de un 2,46% anual en Llucena  fue del 0,87, los motivos de la menor incidencia en Llucena, se debió según se comenta en el capítulo sobre población absoluta, al tipo de agricultura, y la circunstancia de convertirse en cabeza del partido judicial que conllevó el surgimiento de una cierta burocracia en torno al mismo.
En el cuadro3.4 se muestra la evolución de Llucena.
Cuadro 3.4. Excedentes vegetativos y migración en Llucena 1860-1910
El cuadro 3.5 nos muestra la emigración % en los periodos entre censos desde 1858 a 1910 de l’Alcora, Vila-real, Vinarós y Llucena.
Cuadro 3.5 Emigración por periodos en % sobre habitantes desde 1858 a 1910 en l’Alcora, Vila-real, Vinarós y Llucena.
Es destacable que las cuatro poblaciones estudiadas no absorbieron el crecimiento natural, produciéndose en todas ellas emigración, incluso en una población con tan fuerte crecimiento como Vila-real, la fuerte emigración en l’Alcora entre los años 1.858 a 1.877, no guarda similitud con las otras poblaciones, confirmando la excepcionalidad de las causas que

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